En conmemoración de un año más de la Masacre de Napalpí, ocurrida el 19 de julio de 1924, el Ministerio de Educación, a través de la Subsecretaría de Interculturalidad y Plurilingüísmo elaboró una guía, que constituye un valioso material didáctico que propone algunas actividades de lectura y reflexión sobre el hecho histórico para el abordaje desde el aula y para el aprendizaje en familia.
Este material, recupera parte del trabajo realizado en la Colección Conmemoraciones, producida por el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología en 2008. Para poder acceder al material, seguí este vínculo: https://drive.google.com/file/d/1zg7LLVQPZX6hfJ860Ls3haaJ5mrTaQhR/view.
En la oportunidad el subsecretario, Marcos Falchini valoró la producción realizada por el Ministerio y destacó que “es muy importante que la familia pueda dialogar sobre estos hechos, además del espacio necesario que debe destinarle la escuela, porque la memoria viva es lo que nos garantiza que estos hecho aberrantes no se repitan Nunca más. Además desde el equipo consideramos fundamental abordar la desnaturalización de la construcción del otro como diferente, para transformarnos verdaderamente en un suelo pluricultural”.
Sobre la masacre de Napalpí
La Masacre de Napalpí es el nombre con el cual se da evidencia a la matanza de más de 200 indígenas de las tribus Qom y Mocoit (a manos de la policía chaqueña y demás grupos estancieros) en la Colonia Aborigen Napalpí, situada en el centro de la Provincia del Chaco, durante la presidencia de Marcelo Torcuato de Alvear.
Sucedió el 19 de julio de 1924, oportunidad en la que policías, gendarmes volantes, y vecinos de Quitilipi y Machagai sorprendieron a aborígenes tobas, mocovíes y criollos, y desataron un sangriento ataque. Violaron a ancianos, mujeres y niños, descuartizaron restos humanos y hubo centenares de muertos y desaparecidos.
Lo que motivó este trágico desenlace fue, que los trabajadores del algodón se revelaron ante la explotación de los estancieros, que ayudados por el poder público decidieron dar fin a la comunidad, de la manera más cruenta y deshumana.
Al menos 700 víctimas, de las que se documentó, estaban compuestas (en su mayoría) por mujeres, ancianos y niños. Aquellos que no morían a manos de los policías, eran degollados sin piedad con machetes y hachas.
Fue una de las masacres de mayor magnitud cometida en Argentina durante el siglo XX. En 2014 el Estado argentino, a través del Ministerio Público, investigó durante cuatro años los eventuales delitos de lesa humanidad cometidos en Napalpí, para luego solicitar la apertura de un juicio por la verdad, puesto que todos los culpables ya habían muerto.