El Ministerio de Producción, Industria y Empleo participó del cierre del ciclo de conferencias en el que técnicos del equipo apícola expusieron acerca de la experiencia en certificación orgánica de la miel en la provincia.
En la actualidad, el Chaco ocupa el primer lugar a nivel país en cuanto a cantidad de productores registrados en el sector, mientras que año a año crece la cantidad de toneladas producidas de la mano del programa Alimentos Chaqueños.
El ciclo de ponencias virtuales -al que asistieron unas 500 personas- fue organizado por la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del Inta de Colonia Benítez y el programa Cambio Rural, y contó con la colaboración de entidades asociativas y empresas privadas involucradas en la producción apícola en el ámbito provincial.
Gracias a un fuerte trabajo desplegado en los últimos años, más una sinergia clave entre los sectores público y privado, el Chaco cuenta con 1.100 productores de miel aproximadamente, de los cuales 785 están inscriptos en el Registro Nacional de Productores Apícolas (Renapa).
La provincia posee, además, un total de 77 mil colmenas -distribuidas en distintos puntos del territorio- mientras que la producción anual alcanza los 3.050 tambores solamente para exportación a lo que hay que sumar el abastecimiento para mercado interno.
En paralelo, el Ministerio de Producción cuenta con una red de 17 técnicos y técnicas que trabaja diariamente en terreno, en contacto permanente y directo con los productores.
Certificación orgánica
El técnico Pablo Chipulina, de la cartera industrial-productiva- expuso en el ciclo sobre “Experiencia de certificación orgánica en la provincia del Chaco”, a cuyo término se difundió un video descriptivo sobre valor agregado en origen de la cooperativa COPAP Limitada y el Grupo Cambio Rural Inta Colonia Benítez, bajo la moderación del agente de proyecto Víctor Rusas, de la EEA Inta Colonia Benítez.
El Chaco posee hoy 17 salas habilitadas de extracción, tres fraccionadoras, dos plantas de homogeneizado y otra de cera, logros que fueron concretándose a través de distintos programas de financiamiento internacional, nacional y provincial.
Producción generó la red propia de técnicos, distribuidos en todo el territorio provincial, integrada por profesionales que se desempeñan en terreno y cuentan con una activa participación con cada una de las asociaciones apícolas en el desarrollo de proyectos, en la gestión de las salas de extracción y en la administración de la producción.
El proceso de certificación orgánica de miel lleva más de tres años y es el resultado de una marcada estrategia impulsada desde el Gobierno provincial destinada a mejorar las condiciones generales del sector.
En una primera etapa de este proceso se priorizó específicamente todo lo vinculado a la producción, para posteriormente avanzar en infraestructura, lo que fue acompañado con la implementación de la red de técnicos.
Este tipo de acciones e intervenciones permitieron acceder a un volumen importante de un producto de exportación, para luego dar el paso hacia las estrategias de diversificación y de valor agregado.
La provincia cuenta hoy con un total de nueve marcas privadas de productores y otras tres marcas asociativas.
En lo que hace a certificación orgánica, la estrategia se centra en el Departamento General Güemes y en la zona este del Departamento General San Martín, decisión que posicionó al Chaco como la primera provincia en cantidad de operadores certificados dentro de la cadena apícola y a ocupar el primer lugar a nivel país como productora de miel orgánica certificada.
A diferencia de otros esquemas de certificación, el que aplica el Chaco permite a todos los productores ser propietarios de su certificado y de esta manera comercializar con quienes ellos deseen.
El Ministerio acompaña en todo lo que respecta a la cuestión técnica en convenio con otras organizaciones y oenegés que también trabajaron para llevar adelante este proceso.
La provincia también ocupa el primer puesto en cuanto a número de productores registrados y en cantidad de miel producida, aún tratándose de un distrito extra-pampeano, región históricamente vinculada al desarrollo apícola.
En la actual estrategia participan actores privados, entre ellos la empresa Mieles del Chaco-Grúas San Blas con su planta de homogeneizado y fraccionado que se encuentra en el parque industrial de Presidencia Roque Sáenz Peña; la certificadora OIA (Organización Internacional Agropecuaria); y organismos estatales técnicos y de investigación (Senasa, Inta e Inti).