El Ministerio de Salud Pública del Chaco, a través de Silvana Freschi, jefa del servicio de Emergencias del Hospital Pediátrico Avelino Castelán, brinda recomendaciones y consejos para prevenir el agotamiento por calor y el golpe de calor en niños, niñas y jóvenes.
“Se acerca el verano y cada vez tenemos más casos, en especial durante los fines de semana. Los podemos evitar de una manera muy simple si se cumplen las medidas de prevención”, indicó la jefa de emergencias del Pediátrico.
¿Cómo prevenir los golpes de calor?
Freschi recalcó que para evitar estos cuadros es importante, como primer medida, cuidar la hidratación y la alimentación en general y en especial en niños y niñas.
Para ello se debe dar el pecho a los lactantes más frecuentemente; ofrecer a niños y niñas abundante agua segura y jugos naturales durante todo el día; no ofrecer bebidas con cafeína o con azúcar en exceso; no ofrecer bebidas muy frías o calientes; no ofrecer comidas pesadas. También se debe reducir la actividad física en los horarios de mayor calor, permanecer en lugares ventilados y frescos, no exponerse al sol entre las 10 y 17 horas.
“Si van a estar expuestos al sol hay que evitar los horarios críticos, pero también alternar la estadía en el sol con intervalos en la sombra, usar sombreros o gorras y mojarlos. Tampoco hay que confiarse por el simple hecho de estar en contacto con el agua, si están en la pileta o el río hay que evitar las largas exposiciones al sol, hidratarse permanentemente, tomar mucha agua”, resaltó Freschi.
“Por lo general se recomienda entre dos y tres litros de agua por día y en estos casos no hay que esperar a que el niño o niña pida, hay que darle de beber agua con frecuencia”, explicó. “A las madres que tienen que dar el pecho les pido que se hidraten mucho más de lo habitual y que le ofrezcan el pecho a su bebé con mayor frecuencia”, recalcó la profesional.
Acerca de las infusiones a base de yerba mate como el mate o tereré se recomienda evitar su ingesta por parte de niños y niñas. “En lo posible hay que evitar compartir la bombilla porque estamos en una pandemia, pero además no es recomendable por sus propiedades estimulantes y porque si bien es una costumbre o hábito que genera disfrute, tomar mate o tereré no es hidratarse y mucho menos ofrecer bebidas con yuyos. A los niños y niñas hay que darle agua o alguna bebida hecha con fruta, algún jugo de naranja exprimido, por ejemplo”, explicó. También recomendó evitar las bebidas a base de cola o gaseosas para bebés, niñas y niños.
Otra de las recomendaciones consiste en proponer juegos tranquilos para los infantes, bañarlos y mojarles el cuerpo con frecuencia y en caso de bebés vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros o mejor desvestirlos. “Es importante también el uso de protectores solares, en lo posible de +50”, subrayó la profesional.
Además hay que mantener a bebes, niñas y niños en lugares bien ventilados, usar ventiladores o aire acondicionado (ya sea en casa o lugares públicos) cuando la temperatura ambiente es muy elevada. “Y algo que quiero recalcar es que nunca se permanezca con ellos dentro de un vehículo estacionado y cerrado y mucho menos dejar el vehículo, aún con las ventanillas bajas, pero con los chicos solos bajo el calor del sol”, enfatizó.
Para los adolescentes
“No hay que olvidarse de nuestros adolescentes, para ellos también hay recomendaciones muy sencillas”, explicó Freschi quien solicitó en general (y más en situaciones de exposición al sol) no consumir bebidas con alcohol ya que aumentan la temperatura corporal y las pérdidas de líquido. “No es conveniente tomar cerveza ante la sed y el calor, siempre hay que hidratarse con agua”, recalcó.
También mencionó otros cuidados: evitar esfuerzos físicos o actividades deportivas exigentes; sentarse y descansar cuando sientan mareos o fatiga; recordar las recomendaciones generales sobre la hidratación, alimentación y refrescar el cuerpo.
¿Qué son el agotamiento por calor y el golpe de calor?
Son trastornos ocasionados por el aumento de la temperatura del cuerpo como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas y humedad o el esfuerzo físico intenso (ejercicios) en altas temperaturas.
En estas situaciones el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura. Se produce un agotamiento del mecanismo natural del sudor y hay desajuste del centro cerebral que controla la temperatura corporal. Si esto sucede se produce el agotamiento por calor y de persistir las circunstancias el golpe de calor.
El golpe de calor es una forma grave de lesión por calor y la temperatura del cuerpo alcanza los 40 grados o más. Es importante estar alerta a los síntomas y se debe consultar al médico y tomar conductas activas.
El agotamiento por calor es un estadio previo al golpe de calor hay que reconocerlo para prevenir una situación más grave. Algunos de sus síntomas son: sudoración excesiva; en los bebés puede verse la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal (sudamina); piel pálida y fresca; sensación de calor sofocante; sed intensa y sequedad en la boca; calambres musculares; agotamiento, cansancio o debilidad; dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos; dolores de cabeza; irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños); mareos o desmayo.
El golpe de calor es una situación muy grave que se manifiesta con algunos de estos síntomas: temperatura del cuerpo 39°, 40° o mayor (medida en la axila); piel roja caliente y seca (se agota la transpiración); respiración y frecuencia cardíaca acelerada; dolor palpitante de cabeza; alteración del estado mental y del comportamiento como: vértigos, mareos desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento; en casos más severos, convulsiones.
Los que tienen mayor riesgo de sufrir un agotamiento o un golpe de calor son: los menores de cinco años y más aún los menores de un año; los niños con enfermedades crónicas que pueden ser: cardíacas, renales, mentales o neurológicas, entre otras; los niños con fiebre por otra causa o diarrea; los niños que presentan obesidad o desnutrición; los que tienen la piel quemada por el sol.
“Para los bebés menores de seis meses nuestra recomendación es que directamente no estén expuestos al sol. En caso de tener una bañera o pileta para bebés se la puede armar bajo techo o en alguna sombra”, recomendó Freschi.
¿Cómo debemos actuar si ocurre?
“Los adultos mayores y los más chicos son muy vulnerables al calor”, insistió la profesional. ¿Qué hacer ante un niño con agotamiento por calor? Se le debe ofrecer agua fresca y agua con media cucharita de sal por litro, además dar a los lactantes el pecho más frecuentemente, trasladarlo a un lugar fresco y ventilado, si es posible con aire acondicionado, desvestirlo (exponer el cuerpo al fresco), ducharlo o mojar todo el cuerpo con agua fresca, que permanezca quieto y descanse, y consultar a su pediatra o a un Centro de Salud.
¿Qué hacer ante un golpe de calor? En el caso de un cuadro muy grave, llamar inmediatamente a un servicio de emergencia o ir con urgencia hasta el Centro de Salud, llevar al chico inmediatamente a un lugar fresco y ventilado, si es posible con aire acondicionado frío, quitarle la ropa y enfriarlo rápidamente mojando con agua fría todo el cuerpo, darle de beber agua, si está consciente.
Qué no hacer: la jefa del servicio de emergencias del Pediátrico resaltó que no se debe administrar medicamentos antifebriles y no se debe friccionar la piel con alcohol (ya que causa intoxicación).