Ante la reciente confirmación de un brote de rabia paresiante en jurisdicción del Departamento 1º de Mayo, donde resultó afectado un animal de especie bovina, el Ministerio de Producción, Industria y Empleo recomienda a los productores que denuncien ese tipo de situaciones.
Desde la Subsecretaría de Ganadería remarcaron la importancia de identificar e informar los casos para poder adoptar las medidas establecidas en prevención de la salud de las personas y de los animales de establecimientos circundantes.
Al mismo tiempo, se insiste en la necesidad de vacunar anualmente los rodeos contra esta zoonosis que ocasiona graves pérdidas a la actividad ganadera.
La rabia paresiante se transmite de los animales al hombre y se encuentra presente en la provincia, considerada zona endémica para esta enfermedad.
Técnicos de la cartera productiva sostienen la necesidad de mantener el estado de alerta sanitario ante las pérdidas económicas que la enfermedad causa, debido a la mortandad de los animales afectados (bovinos, equinos, porcinos y caprinos). A lo que se suman los riesgos que implica para la salud pública, sobre todo personal de campo, matarifes o carniceros, quienes al manipular animales en períodos de incubación con síntomas manifiestos o sus cadáveres, están propensos a contraer accidentalmente la enfermedad.
La rabia paresiante es propia de América, pero se debe tener presente que al transmitirse por un murciélago hematófago denominado vampiro (desmodus rotundus), se encuentra presente en toda la zona que ecológicamente resultan favorables para el desarrollo de este vector.
Tomando en cuenta la cantidad de colonias, su densidad y la presencia del virus rábico en las mismas, una colonia de vampiros se hace muy numerosa sobrepasando su nivel natural de equilibrio (umbral), sufriendo lógicamente mayores niveles de stress y quedando expuesta a adquirir enfermedades, entre ellas la rabia, que una vez ingresada en la colonia y teniendo en cuenta que se alimenta de la sangre de los animales, transmite la rabia a los mismos, iniciando el ciclo de una potencial epidemia (foco).
Vacunación de animales
Los técnicos de la Subsecretaría de Ganadería sostienen que para lograr mejores resultados con la aplicación de las prácticas de control de la rabia paresiante es necesario que los productores amplíen el conocimiento propio de cómo actuar en este tipo de situaciones, vacunando a los animales susceptibles, que son la fuente de alimentación del vampiro transmisor de la enfermedad.
La cartera productiva hizo hincapié en la vacunación sistemática y anual contra la rabia paresiante de todos los vacunos, ovinos, caprinos, porcinos y caninos, incorporando la vacuna antirrábica al calendario sanitario de todos los sistemas productivos, especialmente en los Departamentos San Fernando, Libertad, 1° de Mayo, Bermejo, Libertador General San Martín, General Donovan, Sargento Cabral, Presidencia de la Plaza, 25 de Mayo, Tapenagá, Quitilipi, Comandante Fernández, Independencia, Maipú y General Güemes, debido a la aparición de murciélagos vampiros y casos recursivos de la enfermedad durante este último decenio.
Dónde denunciar nuevos casos
El Ministerio de Producción habilitó los siguientes canales para que los productores chaqueños puedan denunciar casos de rabia paresiante: el correo electrónico rabiachaco@gmail.com; ante la Dirección de Ganadería, al teléfono fijo 3624-448074 (de lunes a viernes de 6.30 a 13); ante el Laboratorio de Sanidad Animal, al teléfono fijo 362-4427317; o bien a las distintas agencias de la cartera distribuidas en toda la provincia.
También pueden hacerlo en las delegaciones del Senasa, en el Centro de Zoonosis -avenida Belgrano 344 de Resistencia, cuyo teléfono celular es el 3624-624105-, en comisiones o entes de Sanidad Animal, puestos sanitarios, autoridades policiales y veterinarios particulares.
Cómo se manifiesta la enfermedad
Las principales manifestaciones de la enfermedad en bovinos y equinos son decaimiento, fiebre, marcha dificultosa, excitabilidad, babeo, caídas y postración definitiva con pataleo continuo de sus cuatro miembros y torceduras de la cabeza hacia atrás o a un costado, con muerte segura del animal entre los 8 y 10 días.
Se recomienda al personal que trabaja en los campos no efectuar maniobras que impliquen tener contacto con la saliva, lágrimas o materiales de tejido nervioso (cerebro o médula espinal), ya que a través de heridas producidas en la piel, algunas veces imperceptibles o por la mucosa conjuntival (ojo), puede ingresar el virus al organismo y desatar la enfermedad. Ante cualquier duda o accidente se debe concurrir con urgencia al médico.
Los animales silvestres -entre ellos zorros, coatíes, monos y murciélagos- que manifiesten comportamientos anormales, como deambular sin rumbo en horarios no habituales, que se acerquen o tengan agresividad con quienes encuentren a su paso, pueden estar afectados de rabia paresiante y quienes tuvieran algún contacto directo con ellos, deben recurrir inmediatamente a los hospitales o centros de salud más próximos, para que un profesional médico indique las medidas sanitarias a seguir.