Al presentarse para el caso de que alguien en la provincia no lo conozca, Carlos Martínez recuerda que “fui militante estudiantil, delegado sindical como docente, dirigente social, funcionario público, y siempre trabajador de la educación. Conozco del tema social y los preconceptos son lo peor que hay”.
Asevera, en cuanto al gobierno de Javier Milei que “lo que tenemos que ver es que hay un objetivo declarado de aniquilar a las organizaciones sociales, de destruirlas. Hay un ajuste brutal, los programas sociales fueron totalmente desfinanciados o eliminados, como el Potenciar Trabajo”.
También recuera el salario doble, salido de una ley, que fue una propuesta de las organizaciones, y lamenta que “han desfinanciado programas de ayuda a la niñez, por ejemplo, o reducido a la mitad el presupuesto de los comedores comunitarios, y además no están transfiriendo partidas a los comedores escolares, salvo algunos casos, como Cáritas”.
Esgrime Martínez que utilizan el argumento de que la mitad de los comedores no existen, y refiere que “en el Chaco teníamos a principio del año pasado 264 comedores y merenderos en 30 localidades. En septiembre se pasó a 204, y ahora en estos meses se perdieron otros 72. Y también es escasa la ayuda que recibimos, en la provincia se disminuyó a un tercio”.
Por eso, “si vas a controlar hoy están cerrados, porque no se envía mercadería desde diciembre. Es criminal lo que se hizo, es la política deliberada de hacer morir de hambre a la gente, de someter a través de la desnutrición”.
Acusa el dirigente chaqueño que “hay un discurso, que por ahí germina en el gobierno provincial, que es el tema del intermediario. Pero si no lo hubieran, no podrían tampoco hablar con sindicatos, Pymes, con los mismos diputados que representan al pueblo”.
“No puedo negar que haya hechos malos. Pero hay una generalización en el gobierno de Milei, a propósito, para avanzar”, lamenta Martìnez, agregando que “dijeron que no iban a negociar más con los movimientos sociales. Se les planteó que envíen el dinero a los responsables de los merenderos, pero no hicieron nada. Tienen una visión de que los movimientos se manejan a través de la cultura del apriete, de la extorsión”.
De cualquier manera, y pese a que se eliminan programas, “la gente sigue estando en los movimientos sociales, que son en el Siglo 21 los sindicatos de los humildes, para ayudar a los que se le sacan los derechos”.
Defiende el trabajo de los responsables de comedores y merenderos, y valora lo que dijo la Iglesia en febrero, cuando se publicita el acuerdo con Cáritas. “Nosotros somos una parte pequeña de los que vienen trabajando en el territorio, que tienen experiencia de años. Por supuesto que hay que hacer auditorías”, y advierte que “si todo el andamiaje se destruye, lo que queda es el narco, con un kiosco cada 50 metros”.
Defiende el trabajo colectivo de los movimientos sociales, porque “siembran solidaridad y la salida colectiva. Lo otro es el territorio que estamos viendo en Rosario, o las razzias en Quitilipi. Llegará un momento que por más policías que tengas no lo vas a poder parar”, cosa que podría terminar como ocurre en El Salvador con Bukele.
Insiste Martínez, en alusión al gobierno, que “ellos conocen, pero tienen el objetivo de destrucción la africanización de la Argentina.
Más adelante, habla de los comedores de su movimiento, que se mantienen con “la ayuda de la gente, que es fundamental. El pequeño y mediano comercio sigue colaborando, pese a su propia y mala situación económica. Después se empuja la colaboración de los compañeros con azúcar y yerba, por ejemplo. Nos gustaría más colaboración del gobierno provincial, o la misma que se tenía con el gobierno anterior”.
Habla de los piquetes, y estima que “lamentablemente el mayor piquete que tiene el pequeño comerciante es la recesión. El que impide que la gente entre a comprar es la política recesiva”.
Tres puntos de trabajo
Por último, Carlos Martínez refiere cómo se trabaja en esta contingencia actual, “con tres cosas importantes. Primero, no abandonar la movilización –tuvimos jornadas multitudinarias-, Segundo, tenemos que apoyarnos fuertemente los que estamos en este barco. Somos mayoría, ya hay clase media que empieza a abandonar al gobierno. Tiene que caer la Ley Bases”.
Y finaliza mencionando como “tercer punto, ejercer la memoria. Justamente hoy se cumple otro aniversario de Juan José Cabral. Pero el inicio de la resistencia empezó en el Comedor Universitario de Resistencia, después viene lo demás, hasta llegar al Cordobazo. La gente que dio su vida por un ideal, muere si olvidamos las causas por las que dio su vida”, concluye.