“Es típico del fenómeno de El Niño, que produce esa distorsión en el fenómeno de la naturaleza en general asociado a mucha lluvia, en general la atmósfera se siente muy sacudida por ese fenómeno que aporta demasiado humedad y cambia los patrones normales de comportamiento del clima”, explicó el ingeniero respecto del cambio de temperaturas que en las últimas semanas superaron los 30°C en la provincia.
Además, adelantó que “de acá para adelante, el pronóstico coinciden en general tanto el Servicio Meteorológico Nacional, la APA y otras fuentes en que hay tres o cuatro días con probabilidad de lluvia, baja de temperatura, después lentamente sube la temperatura para cerrar junio, al menos en el este de la provincia con un promedio un poco superior al histórico que son entre 16 y 17 grados, al igual que en Corrientes y Misiones, y el resto de la provincia, el centro y el oeste, con valores normales”.
“El fenómeno del El Niño, que es el calentamiento normal del océano Pacífico, la mayor superficie evaporante que tiene el planeta tierra, por lo tanto todos los centros meteorológicos miran ese aspecto porque les mueve su comportamiento climático, ya terminó”, aclaró Rohrmann y señaló que el “mes de junio ya está en la temperatura normal a lo que se tiene de historia”. E indicó que “en julio va a pasar algo parecido, pero el efecto de ese fenómeno no termina automáticamente, sigue uno o dos meses más y eso se nota mucho en el pico del calentamiento con el pico de lluvia”.
“A partir de julio ya se normaliza, independientemente, de que no es el único factor del comportamiento del clima en nuestra región, tenemos el océano Atlántico que es el mayor aportante de humedad y de calor, el 70% del año el viento está en el noreste y entra humedad”, adelantó y agregó que la “mayoría de los centros dicen que comenzaría un fenómeno de La Niña, el procesamiento inverso el enfriamiento del agua, hacia agosto-septiembre. Todavía no se decide si es una Niña débil, apenas manifestaba o un poco más fuerte”.
Sobre la llegada del invierno, previsto para la semana que viene, el especialista remarcó que la “historia demuestra que a partir de julio, en líneas generales para la Argentina, es muy frío”.
También se refirió a la altura de los ríos y puntualizó que “en las últimas tres semanas en toda la cuenca del Paraná, prácticamente, no hubo lluvias, con lo cual Brasil por un lado terminó el proceso de acumulación de los más de 60 embalses y ahora empieza el proceso de desembalse, pero en líneas generales está bajo. Queda esa incógnita del SMN que dice que para junio-julio-agosto es posible lluvias importantes o por encima de lo normal en la cuenca del Iguazú o en la cuenca del Uruguay. Si eso se cumple, algún pico que ya nos tiene acostumbrado el Iguazú en junio, pero en líneas generales el Paraná está pasando casi todo el proceso de esta temporada de lluvia sin pena ni gloria”, gráfico.
