Si Evita viviera habría conducción

Por Néstor Piccone

Luego de este 26 de julio, sería bueno preguntarse que harían Evita y Perón: ¿Asumirían la conducción? ¿organizarían la resistencia a la antipatria? De una cosa estamos seguros: en ningún caso abandonarían al pueblo.

Últimamente vengo pensando que en el tema de las efemérides no se puede solamente seguir reivindicando con decir qué bien lo que se hizo y qué buena Evita y qué bueno Perón.

Creo que cualquier militante o dirigente tiene que ponerse a pensar qué harían hoy por lo menos. Este es un mecanismo que habitualmente muchos utilizamos que es pensar y no crear fantasías, sino tomando datos de la realidad a qué fenómenos se enfrentaban ellos en aquel momento también dramáticos.

El golpe acá en la Argentina ya se produjo se produjo por la vía electoral. Están cambiando la Constitución, no solo la la del ’49 que no le dieron bola, sino la del ’53 y haciéndola ultraliberal y prácticamente sin reacción de los sectores peronistas. No es momento de llorar los cadáveres o sobre los pensamientos que no están muertos, porque son dinámicos y en cada momento de la historia hay cosas que se pueden aplicar.

Me parece que hoy el silencio de la sedicente representación política de senadores y diputados y gobernadores hace mucho ruido. Hasta la CGT en la reunión de este jueves empieza quejarse que ese silencio de la política le quita legitimidad a la protesta.
Y me pongo del lado de la misma porque no es la conducción política.

Tenemos ciento y pico de diputados y 33 senadores que se votaron y en este 26 de julio sería bueno preguntarse qué harían Evita y Perón, si entonces asumirían la conducción o se quedarían callados o mandando de vez en cuando un Twitter o un tiktok.

Se podrían haber actualizado y Perón sí lo demostró haciendo la actualización política y doctrinaria. Inclusive para la toma del poder organizarían la resistencia a la antipatria e impedirían que esta Argentina se convierta en colonia como se está haciendo.

Ahora hay algo de lo que yo sí estoy seguro es que, en ningún caso, ni Perón ni Evita abandonarían al Pueblo argentino.