Fijar un promedio en la tarifa del gas es una odisea: hay 3.096 precios diferentes

La existencia de diez distribuidoras y una subdistribuidora de gas en todo el país, cada una con sus subzonas y categorías de usuarios, todo a su vez cruzado con tres niveles de segmentación, derivó en una estructura tarifaria incomprensible, con nada menos que 3.096 precios diferentes en toda la geografía nacional.

La ardua tarea de relevamiento de todos los precios que se cobran por el servicio de distribución de gas natural por red en la Argentina estuvo a cargo del economista Julián Puig, del Centro de Estudios en Finanzas Públicas (Cefip) de la Universidad Nacional de La Plata, y por sí solo deja en evidencia las dificultades para determinar una tarifa promedio.

Cómo se compone la tarifa de gas

En 1992, cuando se privatizó Gas del Estado, existían 26 precios para el gas, pero esa cantidad fue en aumento por las características del propio proceso de transferencia de la ex empresa estatal a manos privadas.

En primer lugar, debe tenerse en cuenta que la tarifa que finalmente cada usuario puede ver en su factura tiene cuatro componentes:

A su vez, en cada una de las 11 empresas a cargo de la distribución hay diferentes cantidades de subzonas y que para determinar las tarifas deben entrecruzarse con las distintas clases de categorías de usuarios.

Como si esto no fuera suficiente, desde junio de 2022 existe una segmentación en función de la capacidad económica, con los niveles 1 (altos ingresos), 2 (bajos) y 3 (medios).

De la combinación de todas esas variables surgen los 3.096 precios del gas relevados por Cefip, punto (provisoriamente) final de un proceso que se fue complicando a lo largo de más de tres décadas.

Crecimiento exponencial de precios del gas

En ese sentido, Puig comprobó una sucesión de precios que sorprende incluso a los especialistas en energía y servicios públicos:

1992: Nueve distribuidoras operaban en 26 regiones tarifarias y existía igual cantidad de precios.

1999: Se crea un subsidio que estableció precios más bajos en las provincias de la región patagónica, luego formalizado en el Fondo Fiduciario para el Subsidio a los Consumos Residenciales de Gas Natural y GLP, con lo que los precios subieron a 63.

2003: Se creó la región “Puna” en las provincias de Salta y Jujuy (afectada también por el subsidio otorgado a la Patagonia), y junto con la de Entre Ríos creada en 1997, se alcanzaron las 28 regiones tarifarias. De esa manera, los precios ascendieron a 67.

2008: Se categorizaron en ocho estratos a los consumidores residenciales en función de su nivel de consumo y los precios pasaron de 67 a 536.

El gran salto

2014: Se estableció un esquema de precios diferenciados, luego de más de una década de congelamiento tarifario, complementado en 2016 con la creación de la Tarifa Social Federal. Los precios dan otro salto y llegan a 1.632.

2018: Ocurrió la única caída en la cantidad de precios, que pasan a ser 696, por la eliminación del esquema de “premio al ahorro” y la simplificación de los cuadros tarifarios del régimen patagónico.

2021: Se sanciona la ley 27.637 de Zonas Frías y el total de precios en el país se elevó a 1.032.

2022: Con el régimen de Segmentación Tarifaria, se complica aún más el esquema de precios. En una primera instancia, la cifra de 1.032 se duplica y asciende a 2.064, pero luego se triplica para llegar a los 3.096, debido a que se agregan diferencias de precios por consumo al interior de los segmentos N2 y N3.

“El incremento en las regiones tarifarias junto con la existencia de los diversos esquemas, multiplicaron por casi 120 la cantidad de precios para el gas residencial en Argentina”, concluyó Puig.

BAE Negocios