Llegó el “cometa del siglo”: cómo es y dónde puede verse en Argentina

El Cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS), conocido popularmente como “El Cometa del Siglo”, comenzó a ser visible desde la Tierra, marcando un momento histórico en la observación astronómica.

Este cuerpo vagabundo espacial fue descubierto en enero de 2023 por astrónomos del Observatorio Tsuchinshan en China, proveniente de la distante Nube de Oort y no se había acercado a nuestro planeta en 26.000 años. Este evento ha generado gran expectativa entre astrónomos y aficionados a la observación de los cielos nocturnos de todo el mundo.

Cómo y dónde ver el “Cometa del Siglo”

El “Cometa del Siglo” ya puede ser observado desde la Tierra. El mejor momento es durante las últimas horas de la tarde y la noche por estos días.

Pero el momento óptimo para su observación será en octubre. Los días 12 y 13 de ese mes se destacan como los más favorables, ya que el cometa se acercará a tan solo 0.56 unidades astronómicas de la Tierra, equivalentes a unos 83.774,807 kilómetros.

Los astrónomos estiman que el cometa podría alcanzar un brillo máximo de magnitud 2, permitiendo que sea visible a simple vista desde cualquier lugar del mundo.

Como el cielo es muy amplio y hay que tener un ojo agudo para localizarlo, se recomienda buscar en la constelación de Virgo, justo debajo de Heze y al norte de Spica, la estrella más luminosa de esa constelación. Expertos aseguran que incluso con telescopios pequeños y cámaras fotográficas profesionales se podrán capturar grandes imágenes de este fenómeno celestial.

Cómo observar el cometa en Argentina y el hemisferio Sur

Si bien el Cometa del Siglo será visible en todo el mundo, las personas que estén en el hemisferio sur tendrán mejores oportunidades para observar su brillo. Si el cometa alcanza el brillo esperado, será visible a simple vista. Los aficionados pueden seguir su trayectoria a través de varias aplicaciones astronómicas para celulares, que permiten rastrearlo en tiempo real.

Pero para quienes no las utilizan o solo buscan en el cielo observarlo, es clave posar la vista entre las constelaciones de Virgo y Leo, apenas por sobre el horizonte, con la orientación hacia el Sud – Oeste y Oeste. Este cometa está generando mucha expectativa debido principalmente a tres razones:

  • Tamaño del Núcleo: Con un núcleo estimado entre 6 y 15 kilómetros de diámetro, el Cometa del Siglo presenta una actividad significativa y un brillo intenso.
  • Proximidad a la Tierra y al Sol: Su cercanía tanto al Sol como a la Tierra incrementará su luminosidad aparente, haciendo que sea más visible desde nuestro planeta.
  • Efecto de Dispersión hacia Adelante: Al situarse entre el Sol y la Tierra, el cometa podría experimentar un efecto de “dispersión hacia adelante” de la luz solar, potenciando aún más su brillo.

¿Por qué se llama así el Cometa del Siglo?

El nombre del cometa, C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS), rinde homenaje a dos importantes entidades. En primer lugar, al Observatorio de la Montaña Púrpura en China, conocido oficialmente como el Observatorio Astronómico de Zijinshan, donde fue descubierto en 2023. Además, su denominación incluye una referencia al Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), que juega un papel crucial en la detección de objetos cercanos a la Tierra.

El Cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) se encuentra actualmente en el sistema solar interior y ha entusiasmado a los astrónomos, quienes lo apodan “cometa del siglo” debido a su potencial para ser el más luminoso del siglo XXI. Este bólido se desplaza a una velocidad impresionante de 290.664 kilómetros por hora y tiene un núcleo que varía entre 6 y 15 kilómetros. Proviene de la Nube de Oort, una región lejana del sistema solar.

El cometa, actualmente cerca de la órbita de Júpiter, alcanzará su perihelio alrededor del 27 de septiembre, acercándose a tan solo 0.39 unidades astronómicas del Sol, aproximadamente 58 millones de kilómetros. Los científicos están expectantes, ya que no saben con certeza cómo reaccionará el cometa al calor del Sol. Algunos incluyen la posibilidad de que se fragmente debido al calentamiento y sublimación de sus hielos, lo que podría aumentar aún más su luminosidad.

Qué Son los Cometas

Los cometas son cuerpos celestes compuestos principalmente de hielo, polvo y rocas, que orbitan alrededor del Sol en trayectorias elípticas. Sus colas brillantes se forman cuando se acercan al Sol y el calor sublima el hielo, liberando gas y polvo al espacio. Estos cuerpos pueden variar en tamaño, desde unos pocos kilómetros hasta varios cientos de kilómetros de diámetro.

Se originan principalmente en dos regiones del sistema solar: la Nube de Oort, una región esférica de objetos helados que envuelve el sistema solar, y el Cinturón de Kuiper, un anillo de cuerpos helados situado más allá de la órbita de Neptuno.

Los datos más importantes sobre el Cometa del Siglo

El Tsuchinshan-ATLAS A3 es un cometa no periódico, es decir, su órbita supera los 200 años. Según René Ortega Minakata, especialista del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, este cometa despierta especial interés porque es muy probable que esta sea su única visita al sistema solar, y que, de retornar, lo haga dentro de 26,000 años.

Los cometas suelen llevar en su nombre algunas coordenadas de su descubrimiento. En este caso, el cometa fue observado por primera vez en enero de 2023, lo que se indica en la “A” inicial. El número 3 señala que es el tercer objeto de este tipo visualizado en ese período. El proyecto chino Tsuchinshan fue el primero en identificar el cometa, lo que se plasma en su nombre. Días después, el cometa fue detectado en un observatorio de Sudáfrica, dedicado a la observación del cielo con telescopios ATLAS, completando así su denominación.

Su impresionante velocidad, gran tamaño y posible brillo extremo han capturado la atención tanto de científicos como de aficionados. Mientras nos preparamos para su punto de mayor cercanía y luminosidad en octubre, este cometa promete ser una maravilla celestial que dejará una huella indeleble en la historia de la observación astronómica.

Infobae