La tensión se agudizó porque Zúñiga había anunciado ante la prensa presente la posesión de un nuevo gabinete, mientras tenía tomada la plaza con efectivos y coches blindados. Incluso ingresó a Palacio y fue increpado por el presidente Arce, que le había ordenado replegarse.
Así, el mandatario posesionó minutos más tarde un nuevo Alto Mando que ordenó el repliegue de los efectivos, y allí el uniformado inmsurgente se retiró al interior de un vehículo militar. El Presidente de Bolivia, entonces, salió en hombros de Palacio de Gobierno y, junto a su entorno gubernamental, dio un discurso desde el palco.
“Muchas gracias por su presencia. Nos llena de más valor, de más coraje para seguir resistiendo cualquier intentona golpista, porque Bolivia merece su democracia que se ha ganado en las calles y con sangre”, manifestó. Dijo que habían querido sorprender, pero “el pueblo movilizado ha hecho posible que hagamos retroceder esta intentona golpista”.
Agradeció también a militares que se mantuvieron firmes ”con la Constitución Política del Estado” y la Policía.
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