La bajante del Río Paraná se acentúa y empiezan a faltar los surubíes en la región

Apenas si salen bagres amarillos con espinel que cubren el consumo interno de pequeñas comunidades, pero son las capturas de especies comerciales las que les permiten comprar el resto de los alimentos necesarios en una dieta sana, la ropa de adultos y niños, y todos los gastos cotidianos de cualquier familia. Consiguen uno o dos surubíes a la semana, de 10 kilos más o menos, por el que los acopiadores abonan $10.000 por kilo a los malloneros. Se los puede conseguir por hasta $12.000 por kilo. El dorado está un poco más bajo, entre $8000 y $10.000 por kilo. Y si no, para probar suerte deberían desplazarse más de 20 km río abajo. El último informe hidrométrico difundido por el Instituto Nacional del Agua (INA) indicó que las aguas del Paraná alcanzaron un nivel de apenas 0,61 en el Puerto de Rosario, seis centímetros más bajos que el nivel del río en el Puerto de Barranqueras. Se trata así de la peor bajante del Paraná en lo que va del año, donde el pico más elevado se registró el 9 de mayo con 4,4 metros. En el tramo argentino del río Paraná se registran niveles bajos de agua desde principios de setiembre, cuando las precipitaciones estuvieron por debajo de lo normal. La altura del Paraná alcanzó mínimos de enero de 2023 y el nivel promedio de la primera semana de septiembre es el segundo más bajo desde 1970, de acuerdo con valores del Instituto Nacional del Agua (INA). Las perspectivas apuntan a que se mantenga en estas condiciones en los próximos 30 días, con leves fluctuaciones en los niveles de agua debido al ciclo de operación de la represa de Yacyretá, aunque este impacto será menos notorias rumbo a Rosario, y muy poco significativas sobre el Delta. El déficit hídrico en la cuenca alta del Paraná y en la cuenca del río Paraguay lo acercan a los mínimos estacionales. Por su parte, el río Uruguay presenta niveles medios, estabilizándose dentro de un rango considerado normal. Tiempo Argentino